Los cactuses chumberas han sido la inspiración para la producción de esta colección.
Chumbera – el cactus tradicional, perteneciente a la familia de las cactáceas. Es una planta arbustiva del género opuntia, con más de 300 variedades.
Esta colección está hecha de latón / bronce con aplicación de pátina.
La pátina es la capa de sales de cobre que se genera sobre la superficie de dicho metal tras el proceso de su corrosión espontánea.
El bronce y el cobre se degradan lentamente, combinándose nuevamente con elementos del medio ambiente para volver a su estado natural. El resultado, con el tiempo, será una capa de sales de cobre sobre la superficie del metal, llamada «pátina».
Las pátinas artificiales se aplican al cobre o al bronce utilizando soluciones químicas que reaccionan con la superficie al aplicarles fuego, para formar una capa delgada de color que además protege la superficie.
El «Patinado» se ha utilizado como una técnica de decoración sobre metales por muchas diferentes culturas durante miles de años.
La Chumbera o Nopal
originaria de Mesoamérica, esa zona de Centroamérica que comprende el sur de México, Guatemala, El salvador… y está naturalizada en numerosas zonas del Mediterráneo y del mundo, en España la podemos encontrar silvestres en toda la costa. En México es común comer las palas de la planta. Aunque lo más llamativo de esta maravilla de planta es que en tiempos del imperio español formó parte de un negocio muy lucrativo para los poderosos del momento. El pueblo indígena de esa zona fabricaba un tinte rojo que teñía la lana de un color brillante y precioso que fue la admiración de Cortés y su tropa cuando lo vieron por primera vez. Plantaban las chumberas y añadían cochinilla, un insecto chupador que se alimenta de la savia de la planta. Realmente es un parásito natural de las Opuntia, y las personas aprovecharon esta circunstancia y las cuidaban, las propagaban por las plantas, podríamos decir que las pastoreaban. Las hembras maduras de estos insectos contienen en sus cuerpecitos una sustancia roja, acido cármico, una defensa de las cochinillas contra hormigas y otros depredadores. Estas cochinillas se retiraban de las palas de las chumberas, se secaban al sol y se molían. Se obtenía un polvo rojo que al añadir al agua y mediante distintas técnicas teñían la lana como no se había visto nunca. Se mantuvo la explotación en México y el monopolio durante doscientos años. Su fin ocurrió cuando el otro impero competidor, los ingleses, hartos de pagar un dineral a la pérfida España para teñir los uniformes de los soldados de la corona, espiaron y descubrieron el secreto. El caso es que plantaron las chumberas en Australia que tenía hectáreas y hectáreas de espacios áridos perfectos para el cultivo de estas plantas, llevaron las cochinillas y a producir tinte, ¿qué podía salir mal? ……Pero esa es otra historia…(https://www.resoncomunicacion.com/project/chumbera/)